viernes, 18 de febrero de 2011

Despierta…

Despierta…
El aguanieve del trayecto a su resguardo
Hasta Los huesos calados le quedó.
El aposento seco, el gélido malestar
Duermevela provocó en el alicaído Zaratustra
Los fantasmas comenzaron su acecho
Creíanse poseedores del mando de sus sueños
Las garras embutíanle,  pensaron en su debilidad
Mas no contaron con el graznido avizor
Del compañero de las alturas…
…………un estruendoso Despieeeerta….Graznó
Alertando a Zaratustra de sus fantasma oníricos.
La calidez de la cueva repuso su cansancio. 
La Tentación se marchó.

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