martes, 30 de noviembre de 2010

Furtivos…

Furtivos…
Escondidos, plegados ante nosotros
Desgajados de nuestra opacidad
Rompientes de lujuria
Ningún manto deslucirá nuestro encuentro
Preñado de sabores, olores, roces
Resquicios de apocamiento dilucidarán
Ignaros, no comprenden el estadio superior
Nuestro púlpito, donde gritamos sin voz
Donde nos asimos en cuerpos y almas.
Entrega incondicional.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Surcos y Quebradas…

Surcos y Quebradas…
Tan siquiera imaginar puedo
Inimaginable pensarlo acaso.
Labraba una obra, creía
Absorbías sin percatarme.
Surcos preñados de sabor latente
En tu piel quedaron.
Quebradas donde corretearon
Hasta desfallecer, en el tajo
Trizas hecho me quedé
Al sentirte marchar con mi obra
En tu cuerpo.
Cleptómana, de vidas ajenas
Mas no sabes, ni imaginas
los efluvios de tus surcos
Y quebradas yacen en mi alma.

La Visión…

La Visión…
Perfilada tu superficie
Mezcolanza de corpúsculos
Arrancas señales de horrores ocultos
Visión deformada, enseñas pústulas olvidadas
No hubiera sido mejor, dejarte ennegrecido
Escondido tras las motas opacas del polvo arenoso
Huellas de un paso por este antro
Por qué procuramos verdades, que no deseamos
Extraños somos, somos humanos, pobres animales.

domingo, 28 de noviembre de 2010

En las alturas…

En las alturas…
Dios, que visión
Dios, que panorámicas
Dios que amplitud
Dios que frescura, que grandeza
Dios que bien puedo atisbar cuan diminutos son los hombres
Dios que hambre
Dios, por qué no me dijiste que en las alturas
Nos alimentamos de la sangre de los demás.
Me imaginaba algún pero, pero no vislumbraba tanta crueldad.

Nido…

Nido…
Extrañas, no te entiendo
Me pediste un esbozo de nuestro nido
Pensé, que coincidiríamos, no te entiendo.
Allí fue, el sonrojo, la desazón
La promesa de sentirnos
Cuál podría haber sido, si no, nuestro nido.
Él no tuvo palabras, sólo sonreía
Mientras se prestaba a hacerle partícipe de su suspiro.
Abrazándola.

Funambulista…

Funambulista…
Siéndome la posibilidad mostrada
Cómo dejarla escapar.
Las mariposas en mi vientre
Por defraudarlos.
Sin tenerme en cuenta
Sin percatarme de mi protagonismo
Sin ver el obstáculo, sin notar su existencia
En mí.
Pobre funambulista,  no teme su caída
Sino su incomprensión.

En Equilibrio…

En Equilibrio…
Ni es estrecho ni vasto
Es el que es
Por ello, he de confiar en mí mismo
Porque sustentará el peso que me plazca
Con sólo tener la seguridad
De poder franquearlo. Ese es mi equilibrio
Tan fácil, al encontrarlo.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Idolatría…

Idolatría…


Diosa mía
Te prestas a la voluptuosidad
Inerte, era mi existencia
No me pidas que no te venere
Sitúame a tu nivel, entiéndeme
No puedo desnudarme, me faltan mis brazos
Están extendidos, ocupados en tu idolatría.

Deseo…

Deseo…

Me deseas
No puedes remediarlo
Me amordazas, me restringes
Los movimientos
Necio, no sientes, mis salientes inhiestos
Podrás enlazarme cuanto quieras
Mas no podrás reprimir mi deseo
Te deseo, estúpido.

Tentaciones…

Tentaciones…
Vuestros esfuerzos aunáis en mi contra
Sin comprender que ya no podéis
Traspasar mi coraza
Aunque mis actos otroras deleznables
Hayáis incomprendidos
Hoy ya es tiempo pasado
He superado vuestras Tentaciones
Y mi Inocencia.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Tambores…

Tambores…


Suenan de nuevo
Seguirán sonando siempre
No son ornamento de músicas
No son dichas de fiestas
El hombre desde que se dice así
Hace tronar sus tambores, para llamar a la guerra.

Puentes…

Puentes…





Si desviaste el curso natural
Por qué no te llevaste el medio
Para cruzarlo…Soberbio.

Maná…


Maná…


Cuán valor podrías imaginar
Cuando sorbes mis pechos, mi vida
Pequeña cenicienta
Aunque no hayas vivido en mi vientre
Gracias por tomarme
Por dejarme ser tu Maná.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Síntomas.

Síntomas.

El pedestal le atraía
Subióse
No pensó en el precio
Vendió su alma
Creyó escapar
El altar en su cima
Pidió su precio
Padecerás.Vértigo.

Despedazado.

Despedazado.
La masa, el vasto rebaño
Dejado llevar
Por mentes poderosas
Despedazaron al hijo del hombre
Pero y dios
Pobre de él, ni siquiera se percató
De su fin.

Abrazado a ti.

Abrazado a ti.

Tu luz me encandiló
Tanto quise subir
Sin esperar dilucidar.
El precipicio ante mí expuesto
Compungido me dejó
Al llegar a la cúspide
Y fallecer por tu llama.