Sin
Tentación, Pleitesía… (III)
Hoy resuenan
timbales
De los sargazos,
la tez acicalada trepidaba.
Y un resuello
estilete se mostraba enhiesto
Sobre el
ímpetu de mis delicias,
Atesoradas en
el bello reducto de tu tentación.
Nada he
recorrido sin manchar mi orfandad
De pusilánimes
envites, de aledaños escondidos
No ha
resurgido, mi mano, y bebes de ella
Sin ser cuenca
de aguas traslúcidas, nada
Nada ha alterado
el orden de las cascadas
Ni tan
siquiera duerme el gorrioncillo, tordo.
Sigue el
palpitar de mi pecho henchido
Y la alondra, resarce
su vuelo, se dice libre.
Mientras tu
boca, relame la mía, sumidero
De las ansias
de haber desechado tu aguijón.