Salvadla...
Lanzada al abismo
A romperte en mil y un pedazos
Desolada en tu preñez y abandono
Perdida entre los homínidos
Sin evolución
Mas nos queda la segunda concatenación.
Adoradores de Re, obligad a los bípedos autistas
A los olvidadizos y aguerridos sátrapas, caníbales de sudores
Demostradle, que beben de nuestra mano.
Salvadla, merece la pena sus entrañas, cargada de hijos,
de futuro.