Tras una
estola
De carmín
acopado
Sujetando los
párpados.
Dirimiendo tus
befos prietos
Mordiendo cada
espacio libre
Inconclusa sorna
del adiós
Acuclillado bajo
un puente de alambres
Y tus crines
se ríen de la brisa.
Preguntas sin
respuesta
Cuellos sin
cabeza
Porte, no más
que porte de estancias
Lúgubres equinoccios
de astros sin reinado
Una mordida
bajo los lodos boreales.
Mi cuerpo se
quiebra, tu masaje me arde
Alienadoras
son las letras que ronroneas
Apenas dejo
caer mi sueño, en el rincón de tus caricias
Me sé ganado,
vertido en tus sienes, salvado
Ni siquiera el
islote más rudo, sanará este ocaso
Iridiscentes serán
las olas de nuestra roja aurora.
©Santiago
Pablo Romero.El Último Viaje de Zaratustra.
Imagen: Ira
Chernova.
Precioso.
ResponderEliminarGracias por compartir.